jueves, 18 de noviembre de 2010

UNA VIDA, UNA GUERRA , UNA REALIDAD , ALGO INESPERADO


 QUE HA PASADO EN IRAN


PORQUE TANTO SUFRIMIENTO



ACASO ESTO ES NECESARIO.......................
QUE LE ESPERA AL MUNDO CON GOBERNANTES ASI.........


Que necesita el mundo para comprender  y reflexionar  sobre  lo que ocurre  a diario en paises como estos? , que hace falta para que nos concienticemos de realidades como estas? .Acaso necesitamos más muertos , más violaciones, más atropeyos? .Porque tanto sufrimiento si la vida no fue hecha para  que nos destruyamos unos a otros , no podemos seguir permitiendo que el mundo  siga con una venda ante situaciones de violaciones de derechos humanos como estas .
Un análisis a las violaciones de derechos humanos en el  mundo nos  llevaria al descubrimiento de  una realidad  aterradora   , donde los seres humanos  son sus principales  protagonistas  no solo  como  victimas  de la  historia  sino incluso como  victimarios , en donde son muchas  las preguntas  y pocas las respuestas . Desde desapariciones y ejecuciones sumarias, a tortura y maltrato policial a violaciones a los derechos de  salud y educación, los gobiernos del mundo muestran poco respeto por los derechos de sus ciudadanos, por el cumplimiento de las  garantias   que  las  leyes  ofrecen  y en contraposicion a ello pretenden dictar  y establecer normas  que desde toda perspectiva son contrarias  a las  condiciones  mismas de la dignificacion del ser humano .
Tratar de ver el mundo desde otra perspectiva nos concientiza y  lleva a reflexionar  sobre lo que ocurre en el  , pues  resulta paradogico el desconocmiento de muchas  de estas  situaciones  de violaciones en un mundo moderno en donde los avances tecnologicos   nos permiten  en ocasiones  incluso  ver  que  sucede   en el lado opuesto de la tierra ,por eso se trata de que más  alla  de que nos informemos acerca de ellas , desde  cada uno de nuestros  paises vivifiquemos  y hagamos de los derechos humanos una verdadera realidad .

Irán: Reacción a la última “confesión” televisada de Sakineh Mohammadi Ashtiani

Reacción a la última “confesión” televisada de Sakineh Mohammadi Ashtiani

Amnistía Internacional ha criticado hoy la última retransmisión por televisión de una “confesión” de Sakineh Mohammadi Ashtiani, que está en espera de ser ejecutada por lapidación en Irán tras ser declarada culpable de adulterio.
En el programa, emitido por la televisión estatal iraní la noche del lunes, también se incluyeron declaraciones autoincriminatorias del hijo de Sakineh, Sajjad Qaderzadeh, y de dos periodistas alemanes. Una voz en off dijo además que el abogado de Sakineh, Javid Houtan Kiyan, había admitido haber dicho al hijo de su defendida que mintiera.
Las normas internacionales sobre juicios justos, en las que Irán es Estado Parte, garantizan el derecho a no ser obligado a autoincriminarse ni a confesarse culpable.
Malcolm Smart, de Amnistía Internacional, ha manifestado:
“Amnistía Internacional considera que estas declaraciones se hicieron bajo coacción y no deben ser aceptadas como prueba. Las ‘confesiones’ televisadas no deben tener ningún peso en el sistema legal iraní.”

“Las declaraciones forman parte de un creciente catálogo de ‘confesiones’ forzadas y declaraciones autoincriminatorias realizadas por detenidos y emitidas en los medios de comunicación estatales. Muchas de las personas que han hecho ‘confesiones’ similares se han retractado más tarde, diciendo que las hicieron bajo coacción, en ocasiones bajo tortura u otros malos tratos.”
“Las autoridades iraníes no deben ejecutar a Sakineh Mohammadi Ashtiani de ninguna manera, y deben ponerla en libertad si continúa recluida exclusivamente por haber mantenido relaciones sexuales consentidas.”
“Sajjad Qaderzadeh, Javid Houtan Kiyan y cualquier otra persona recluida exclusivamente por destacar de forma pacífica el caso de Sakineh deben ser puestos en libertad de manera inmediata e incondicional.”

AMNISTÍA INTERNACIONAL  
CITAS

16 de noviembre de 2010
Índice AI: MDE 13/103/2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

REPORTAJE: DERECHOS HUMANOS Retrato de una víctima Sin pretenderlo, Sakineh Ashtianí representa el símbolo de todas esas mujeres que, como ella, no tienen más derecho que el de ir por ahí con la mirada gacha, enjauladas, medio asfixiadas en su prisión de tela. Y al menor paso en falso, martirizadas

LEE ESTE  CONMOVEDOR RETRATO DE SAKINEH CONDENADA  A MUERTE 



Sé que nació en Osku -una aldea de la provincia de Tabriz, al noroeste de Irán, en la que las mujeres llevan el hiyab-, en una familia pobre y piadosa.
Sé que fue maestra en el parvulario local, una pequeña escuela para alumnos de dos a siete años en la que la maestra hace de todo: para los más pequeños es una mezcla de aya y cantinera; a los mayores les enseña rudimentos de lectura, cálculo, dibujo y religión.
¿Que el oficio de maestra no encaja con la imagen de analfabeta que alguien dio de ella y todo el mundo -incluido yo- ha difundido después?
Es cierto.
Pero estamos mezclando dos cosas. Sakineh es azerí. Iraní, pero azerí, pues nació en este Azerbaiyán iraní tan apegado a la cultura local y en el que casi no se habla persa. Analfabeta, por tanto, en persa (lo que explica que no comprendiese nada cuando, en 2008, el juez le hizo firmar su sentencia a la lapidación en el Tribunal de Tabriz). Pero, desde luego, no en azerí (lo que encaja con esta nueva foto suya que no conocía y que me acaban de hacer llegar unos amigos iraníes: en ella se la ve en mitad de la clase, rodeada de sus pequeños alumnos, que parecen adorarla y sostienen lo que supongo deben de ser los dibujos más bonitos del año; Sakineh se mantiene en un discreto segundo plano, cubierta de los pies a la cabeza por un hiyab integral negro que solo deja ver su rostro, del que emana una gravedad hermosa y sutil).
Y, después, esa historia del veredicto de lapidación que firmó sin comprender es, como todos sabemos, más complicada. Cuando se dictó la sentencia, cuando el representante de los cinco mulás que la declararon culpable de adulterio -por tres votos contra dos, pero en conciencia- rugió la palabra fatal de lapidación, ni siquiera lo hizo en persa, sino en árabe. Sí, rajm... Usó la palabra árabe rajm para decir la monstruosidad de esa ejecución que consiste en apedrearte el rostro para reducirlo, lentamente, tomándose su tiempo, a un amasijo sanguinolento... De forma que Sakineh tenía esta otra razón, que no tiene nada que ver con su supuesto analfabetismo, para firmar sin comprender y volver a subir, tan contenta, convencida de que la habían absuelto, al furgón que la conducía a la prisión.
Así que, efectivamente, no comprendió nada en el tribunal.
Hizo el camino de regreso canturreando entre sus dos guardianes, pues creía que los jueces habían comprendido que era una mujer normal y corriente, a la que habían acusado de adulterio injustamente, e iban a liberarla sin tardanza.
Y no fue hasta llegar a prisión, a la celda número cuatro, la de las condenadas a muerte, cuando, en las circunstancias que ha explicado una de sus compañeras, Shahnaz Ghomaní, la única presa política de la celda, comprendió lo que le esperaba realmente: no solo la muerte, sino la peor de las muertes; no un ahorcamiento, como a las otras treinta y tantas mujeres hacinadas, como ella, algunas con sus hijos, en esa corte de los milagros que eran los 40 metros cuadrados de la celda, sino la muerte mediante un bombardeo de piedras que es la de las mujeres adúlteras.
Esta escena también ha quedado establecida.
Sakineh ha regresado, por tanto, a la celda de las condenadas a muerte, que, para permitir ganar tiempo a los verdugos, está junto al cuarto de calderas en el que tienen lugar, los miércoles, las ejecuciones por ahorcamiento.
Ninguna de sus compañeras de celda se atreve a disipar el malentendido, a despertarla de sus ensoñaciones para decirle que será enterrada viva hasta el cuello, con el cuerpo envuelto en un sudario, para que una horda de varones pueda acribillarla a pedradas.
Y tiene que ser una carcelera, sádica y triunfante, la que, a la hora de la distribución de la sopa, única comida del día, venga a anunciarle la verdad.
A Sakineh no le da tiempo a asimilarlo. No tiene ocasión para imaginar su rostro machacado hasta que reviente la carne, sus ojos fuera de las órbitas, su cerebro espachurrado, pues se desmaya en el acto. Y sus camaradas tienen que llevarla a una de las cuatro camas en principio reservadas a las ancianas.
Sé que Sakineh tiene una madre que, durante los largos años de procedimiento, y antes de que la apartaran de sus compañeras de infortunio y quedase incomunicada, venía a verla cada dos o tres semanas y le traía noticias de su escuela.
Sé que tiene un hijo, Sajad, la niña de sus ojos, su dicha, que tomó el relevo y organizó su defensa desde el exterior, hasta que un grupo de milicianos apareció, el mes pasado, en el despacho de Hutan Kian, su abogado, el día en que Sajad estaba siendo entrevistado por dos periodistas alemanes y, en un gesto de inusitada ferocidad, se lo llevaron, junto con los periodistas y el abogado, a un lugar que nadie conoce todavía.
Sé que tiene una hija, Saideh: pero de ella solo conozco ese rostro, un poco alargado y triste, que veo en la misma foto de clase (aparte de que tiene 17 años, de que era Sajad quien se ocupaba de ella, y de que, desde el arresto de su hermano, está sola en el mundo y sin recursos).


Sé que es una madre cariñosa que procura, como todas las madres, evitarles a sus hijos todo lo malo, y cuando, hace ya cuatro años, la arrastraron hasta el cuarto de calderas para, en nombre de la sharía, administrarle su primera sesión de 99 latigazos (el verano pasado habría otra), sufrió menos por el látigo en sí, por la mordedura del cable de hierro en su carne desgarrada, por los dolores que le subían desde la parte baja de la espalda hasta la cabeza y le provocaban vómitos (lo que no producía más efecto que el de redoblar la rabia y la violencia de su verdugo); sé que casi sufrió menos por los golpes, que, por otra parte, al final ya no le hacían vomitar, que ni siquiera le hacían tanto daño, hasta tal punto su cuerpo estaba petrificado y cuasi privado de conciencia, que el hecho de que el suplicio tuviera lugar, como es preceptivo, ante los ojos de su hijo, entonces de 16 años (¿no dicen de los niños, que siempre asisten a las flagelaciones, que quedan tan traumatizados que, a continuación, juegan durante años al flagelador y al flagelado?).
Peor aún, sé que hoy, al límite de su resistencia y de su voluntad, atiborrada de los neurolépticos que Sajad, antes de su arresto, conseguía hacerle llegar, desesperada y casi resignada a la anunciada lapidación -pese a que esa perspectiva la llena de espanto y, según me dicen, a veces le arranque unas lágrimas que se seca, como hacen los niños, frotándose bien los ojos con los puños-, solo tiene una demanda que dirigirle a sus verdugos y, si sus verdugos no la escuchan, a Dios: que la lapiden si tanto lo desean; que escojan, como dicta la ley, el tamaño de las piedras para que sufra y vea venir la muerte; pero, ¡por compasión!, que les ahorren a Sajad y a Saideh este nuevo espectáculo de horror y humillación.
Pues Sakineh es piadosa.
Me han contado su confusión y su vergüenza, el día en que esa carcelera sádica le habló y ella se desmayó, cuando, al despertar, se dio cuenta de que, al caerse, había dejado resbalar el chador.
Sakineh es jovial. Y supersticiosa.
Teme a la muerte, pero teme sobre todo a Dios.
Está anonadada por la insondable injusticia de la que es víctima, pero -todos los testimonios concuerdan- no realmente indignada, pues deja su destino en manos del Todopoderoso.
También sé -lo veo en la otra foto, la más conocida, esa en la que su rostro de madona aparece enmarcado por un chador negro- que es bella, muy bella, aunque, me parece, libre de coquetería.
Pues la cuestión, por supuesto, es la del famoso adulterio que se supone cometió y constituye el verdadero crimen por el que quieren lapidarla.
Y, desde luego, está también la otra acusación.
Está el asunto del asesinato de su marido, el empleado de banca Ebrahim Ghaderzadeh, muerto en 2005, que la policía local intentó cargarle alegando que ella le inyectó un anestésico antes de que el primo de Ebrahim, Issa Taherí, le arrastrase hasta el cuarto de baño para electrocutarle con ayuda de un amigo. Pero, para empezar, el derecho iraní castiga el asesinato con el látigo, no con la lapidación; y, sobre todo, la justicia la exculpó de esta segunda acusación en 2006, tras la confesión de Taherí, que asumió la plena responsabilidad de su crimen y, dicho sea de paso, está en libertad.
¿Y, entonces, ese adulterio?
¿Es impensable que, después de todo, Sakineh hubiese encontrado algún atractivo, bien en el primo, bien -el acta de acusación es tan nebulosa y parece haber sido amañada tan metódicamente que uno termina perdiéndose...- en los hermanos Alí y Nasser Nojoumí, que parecen no tener nada que ver con el crimen?
¿Y por qué, una vez que se deterioraron sus relaciones con su marido (pues esto también lo sabemos -a través de los testimonios de Shanhaz Ghomaní, a quien Sakineh se confió, y de la presidenta del Comité Internacional contra la Lapidación, Mina Ahadí), por qué, cuando este la obligó, por ejemplo, a abandonar ese puesto de maestra por el que ella sentía tanto apego (y que parece haber sido, a sus ojos, el humilde garante de su pequeña porción de libertad), no pudo alimentar una especie de resentimiento, por qué no pudo tener la tentación, como tantas mujeres en circunstancias similares, de dejar que su corazón corriera hacia otro?
Una vez más, sé bien poca cosa.
Solo sé que debo tener mucho cuidado con lo que escribo, pues, aunque para un europeo el adulterio puede ser otro nombre del amor, aunque sea un derecho de las mujeres reducidas a la categoría de esclavas o mártires, sé que en Irán es el peor de los crímenes; sé que, como dijo la misma Sakineh en una de las pocas entrevistas que pudo dar antes de desaparecer en ese calabozo del que solamente emergería en dos ocasiones, con el rostro borroso y la voz pastosa, para unas penosas sesiones de "confesiones" televisadas y, evidentemente, obtenidas mediante tortura, sé, decía, que el adulterio en la República islámica es peor que el asesinato y que una mujer adúltera es en Irán "el fin del mundo".
¿Entonces?
Entonces, se lo pregunté a Hutan Kian, su abogado, algunas semanas antes de su arresto, el 10 de octubre, al mismo tiempo que Sajad: la sola idea de un adulterio en una pequeña aldea como Osku, donde todo el mundo espía a todo el mundo, era difícilmente concebible para él.
También se lo pregunté a Mohammad Mostafaeí, su anterior abogado, que tuvo que huir de Irán, abandonando su bufete y cruzando la frontera irano-turca clandestinamente, a caballo y luego a pie: sí, la noche de su llegada a Oslo me dio a entender que las cosas no iban muy bien en la pareja. Parece que Sakineh, al límite de sus fuerzas, incluso pensó en divorciarse, pero, como la ley islámica solo autoriza a las mujeres a divorciarse en casos muy especiales -si el marido está loco, o se droga, o no puede atender las necesidades de la pareja-, no lo consiguió y eso aumentó su amargura. Pero él no imagina, no, francamente, tampoco él imagina a su clienta manifestando esa amargura de otro modo que mediante inocentes paseos por Osku y, tal vez, algún intercambio de miradas -sorprendido por un delator local- con uno de los hermanos Nojoumí, o los dos, o con Taherí.
Incluso me aventuré, no sin escrúpulos, no sin apuro, con palabras veladas que él comprendió perfectamente, a interrogar a Sajad, el hijo, que amaba con un amor incondicional a su padre asesinado, y tal vez burlado. Lo hice por una línea de teléfono móvil de prepago, en principio anónima, a través de la cual Armin Arefi, Maria de França y todos sus amigos de La Règle du Jeu podíamos hablar con él más o menos libremente. Y tampoco en este caso percibí nada -ni el tufillo característico del drama silenciado y el secreto familiar enterrado, ni, como suele ocurrir en estos casos, la oscura solidaridad varonil con otro hombre humillado, ni, para decirlo todo, el espectro de la madre infiel a la que finalmente se perdona a causa de la indefendible desproporción entre el crimen y el castigo.
Mi impresión personal, en una palabra, es que Sakineh pudo enamorarse, pero probablemente no pasó de ahí.
Tengo la convicción de que es víctima de esa injusticia absoluta que implica siempre la condena de un ser humano al que no se juzga por lo que hace (el supuesto adulterio), sino por lo que es (una mujer en un país en el que se trata a las mujeres peor que a los animales).
Y creo que hay que defender a esta mujer al mismo tiempo por sí misma (porque, se mire como se mire, es inocente) y por lo que, sin pretenderlo, representa (el símbolo de todas esas otras mujeres, esas sombras, esos fantasmas que, como ella, no tienen más derecho que el de ir por ahí con la mirada gacha, enjauladas, medio asfixiadas en su prisión de tela, mudas y, al menor paso en falso, martirizadas).
Siempre resulta difícil ver que el destino se apodera así de un ser hecho -para parafrasear a un gran filósofo, defensor de los derechos humanos- de todos los seres y que vale tanto como cualquiera, lo mismo que cualquiera vale tanto como él.
Siempre es muy extraño ver una vida minúscula, ni menos culpable que muchas otras ni mucho más inocente, tocada por el azar, en una especie de elección negativa.
Eso es lo que ocurre con Sakineh.
Es lo que le ha ocurrido a esta mujer sencilla, probablemente tan incapaz de descifrar por sí misma los signos que emanan de ella como los que le envía esta historia caprichosa, absurda, que, muy a su pesar, está protagonizando.
¿Y por qué lucho yo por esta mujer como si fuera amiga mía?
¿Por qué la opinión pública mundial se ha apropiado de su rostro para convertirlo en un icono planetario?
¿Y por qué nuestros responsables políticos, con Nicolas Sarkozy a la cabeza, han decidido convertirla en un ejemplo -el presidente francés me dijo, durante nuestra última conversación telefónica, la semana pasada, cuando el nombre de Sakineh acababa de aparecer en una lista que daba a entender que sería ejecutada en la madrugada del 4 de noviembre (y permitía al periódico local, que cierra su edición la noche de la víspera, dar la información en su edición de la mañana, con la ortografía correcta y todos los detalles del caso)-, en un test en el que no cederán?
Es la pregunta que se hacen los iraníes.
Es el enigma que los encoleriza y provoca sus insensatas diatribas contra esos "insolentes" que convierten un "delito de derecho común" en un asunto de "derechos humanos".
Y, aparentemente, no comprenden -a no ser que, por el contrario, lo comprendan demasiado bien- que si el caso Sakineh es para ellos un test sobre nuestra determinación a hacerles frente (si nos mantenemos firmes en el caso Sakineh, tal vez lo hagamos en todo lo demás), para nosotros es un test sobre su capacidad para escuchar y retroceder (si ceden en el caso de esta mujer inocente es que son permeables a la voz de la razón y, por tanto, el diálogo es posible).
En todo caso, así es.
Mahmud Ahmadineyad no puede hacer nada.
Sakineh, engullida como un Jonás moderno por el abismo de la noche iraní, tampoco puede hacer nada.
Es otro misterio de iniquidad.
Y así será hasta que sea liberada.
Traducción: José Luis Sánchez-Silva

miércoles, 10 de noviembre de 2010

EL CARDENAL TAURAN ENTREGA A AHMADINEYAD UN MENSAJE DE BENEDICTO XVI

Teherán, 10 nov (EFE).- El cardenal Jean Louis Tauran, presidente del Concilio Pontificio para el Diálogo Interreligioso del Vaticano, entregó al presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, un mensaje del Papa Benedicto XVI, informa hoy la prensa oficial local.
Según los medios, la misiva alude a la necesidad de que el Cristianismo y el Islam cooperen y coordinen sus esfuerzos en favor del entendimiento, la paz y la justicia en el mundo.
En la misma línea se expresó el ultraconservador mandatario iraní, quien durante la audiencia al cardenal Touran aseveró que "ha llegado el momento de que los clérigos se levanten para aniquilar a los ídolos materiales y propagar el mensaje de la religión como hicieron los profetas".
"Todos los problemas a los que hace frente la humanidad son el resultado del distanciamiento que (existe) de la religión. La salvación humana se logra siguiendo las enseñanzas de los mensajeros de Dios", agregó Ahmadineyad.
El cardenal vaticano señaló, por su parte, que "musulmanes y cristianos, como humanos piadosos, deben erigirse en un modelo para todas las naciones a través de sus píos actos".

Activistas de derechos humanos que pidieron no ser identificados señalaron que la misión vaticana también sacó a colación el caso de Shakineh Mohammadi Ashtianí, la iraní acusada de participar en el asesinato de su marido y de adulterio, y que podría ser condena a muerte por lapidación.
La información no ha sido confirmada por fuentes oficiales, que insisten en que la delegación vaticana llegó el lunes a Teherán para participar en un seminario de diálogo interreligioso.
La posibilidad de Ashtianí que sea apedreada ha levantado una oleada de protestas internacionales, que ha colocado al régimen iraní en una incómoda encrucijada y destapado aún más las discrepancias entre en la cúpula del poder.
Mientras el Gobierno insiste en que el veredicto definitivo no ha sido decidido, el Poder Judicial reitera que los cargos por asesinato han sido demostrados y que como este delito prevalece, ha sido condenada a la horca.
Semanas atrás, los hijos de Ashtianí revelaron a Efe que habían pedido la mediación del Vaticano y que pretendían buscar asilo en Italia.
El pasado septiembre, el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, insistió en la posición contraria de la Iglesia a la pena de muerte considerando la lapidación como una de sus formas "más brutales". EFE

LOS DERECHOS HUMANOS UN LIMITE TRANSGREDIBLE Y UNA REALIDAD CONJETURAL EN LAS LAPIDACIONES EN IRAN

Derechos Humanos entre un limite  intransgredible y una realidad  conjetural, son contemplados por muchos países  pero respetados por pocos  , este articulo pretende  no solo una reflexión y critica,  sino  también  una ilustración a groso modo de lo que para muchos países  hoy son los derechos humanos , partiendo del eje  central de este  articulo  que viene a ser precisamente maneras como los mismos son transgredidos a diario , se hace necesario entonces así contemplar el caso de las lapidaciones en distintos lugares de la tierra, como  Irán .
Si partimos de la definición de muchos ,sobre lo que son derechos humanos , encontramos  unanimidad en asegurar  pues  que se  tratan de ‘’… derechos inherentes a la condición humana , los cuales por su misma  índole  no admiten  ninguna distinción al respecto sobre quienes  los tienen o no …’’[1], puesto que  precisamente de su esencia  misma  se deduce que son de todos  .
Pero entonces surge la pregunta si son de todos  ¿Por qué no son reconocidos por todos? Y es que aquí viene precisamente el problema al respecto ,todos los derechos son conocidos, pero no todos  reconocidos  a todos los  seres humanos , por simples  y vagas razones  infundadas  en preceptos remotos  de  una sociedad  antigua  que  aun en estos  tiempos se  conservan .Con ello me  refiero precisamente al hecho por ejemplo de las  lapidaciones  en Irán, que son una de las expresiones mas  claras de la negación  total  al reconocimiento de  los derechos  humanos  que ha todo ser humano pertenecen , por concepción  religiosas   que aunque  son respetadas  no son compartidas y se convierten totalmente en una de las realidades mas  absurdas  sobre  el desconocimiento del carácter ‘’ UNIVERSAL’’[2] de los derechos Humanos .
Quisiera  partir  relatando la cruda  realidad  que se  vive  precisamente en este  país  lleno de conflictos  armados , sociales , políticos , y demás   que han potencializado la trasgresión de los derechos  humanos desde  todas las perspectivas  . La lapidación en Irán , es no solo un problema  de  concepciones  religiosas  sino incluso de derecho en el sentido jurídico mismo  de la acepción, concebida así  como la pena  que se  impone  a las  mujeres  y hombres  que sean  hallados   culpables  de  adulterio  compromete no solo  el derecho de  las personas  a  no ser  torturadas y a la prohibición  de penas , tratos  crueles y degradantes[3]  , sino que  también ven inmiscuidos  la protección desde todo ámbito de  defensa  internacional por las  garantías  de un debido proceso a las   personas  que se ven inmiscuidas en este tipo de procesos .
La sociedad ha  evolucionado , el adulterio  que en siglos anteriores  implicaba  pecado mortal  para los mas  creyentes  , en los países del tercer mundo no ha dejado de  ser una practica   común  en las  distintas  sociedades , que incluso no comporta ningún  tipo de sanción, porque hace parte del diario vivir  ¿pero  y entonces  porque  en países  como Irán  si se  castiga con la propia vida?, la  respuesta a ello es sencilla, la religión  juega un papel decisivo en países  como estos ,en donde  las concepciones  precisamente  sobre el vinculo sagrado del matrimonio , y las demás  religiosas son mas importantes incluso que  la misma dignificación de la persona como tal .
Coger  y  lanzarle  piedras a una  persona  hasta su muerte de tal manera que se produzca el dolor mas intenso posible , constituye una practica atroz desde todo punto de vista ,y mas  si se mira el hecho de son los mismos seres humanos quienes deciden aplicarla .Resulta así inverosímil creer que la misma condición humana que nos permite ser los sujetos de los derechos humanos , sea la misma  que a su vez castiga y emplea este tipo de técnicas . Al contemplarse precisamente en el código penal de Irán, la lapidación como pena por el delito del adulterio, y al especificar incluso este mismo código  como habrán de ser las  piedras que causen la muerte, se  convierte  en una disposición que  desde todo punto de vista implica la violación total del reconocimiento de los derechos humanos.
En Irán la lapidación es regulada en caso de adulterio estando casado y por ello han muerto según amnistía Internacional [4], desde 2002 al menos seis hombre y una mujer ,  actualmente el numero de mujeres es superior  que la de los hombres lapidados ,por ello la conmoción internacional que  se levanto por el caso de  Sakineh Mohammadi, en riesgo inminente de ser ejecutada o por la horca o  lapidada en todo caso .La situación así comporta  para la comunidad internacional un interés fundado  en este  tema en pro precisamente  de la defensa de los derechos humanos .
El hecho se  trata  de propender por una concientización de los grandes  lideres políticos  mundiales de países  como Arabia saudí ,Nigeria ,e Irán , sobre  lo inútil que resultan estas practicas  , pues bien lo decía  Cessare Beccaria ,en su libro de los Delitos  y de las Penas ,’’la pena  de muerte  solo puede  creerse necesaria , cuando la muerte del delincuente  fuese el verdadero y único  freno  que contuviese a otros y los separase de cometer delitos …‘’[5],  pero todos sabemos lo inútil en todo sentido que  resulta ello mismo , toda vez  que es  infructuoso siquiera considerar que el temor infundado con penas como estas  realmente  eviten que los seres humanos cometan delitos .
Lo paradójico de la situación de Irán, es que este país ha ratificado diversas convenciones  sobre Derechos Humanos, pero la obligación de  cumplirlas  parece haberse  convertido en letra muerta. En la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, por ejemplo, se dispuso que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales. ¿Entonces que ha pasado?

Aunque el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho humanitario internacional prohíben uniformemente prácticas como estas de las lapidaciones, en cualesquiera circunstancias, la tortura y los malos tratos se practican en más de la mitad de los países del mundo. La situación así no comporta una diferencia total al respecto frente  a casos por ejemplo como la practica de las lapidaciones que involucran tortura a plenitud, el problema esta en el cambio de concepción de la prohibición bajo toda circunstancia de la misma. Es así como entonces : ‘’…La notable contrariedad que existe entre la prohibición absoluta de la tortura y su prevalencia en el mundo actual demuestra la necesidad de que los Estados identifiquen y pongan en práctica medidas eficaces para proteger a las personas contra la tortura y los malos tratos...``[6]

El derecho a estar libre de estas practicas está firmemente establecido en el marco del derecho  internacional, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención  contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, La Convención Americana de Derechos Humanos, la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales  entre otros ,el hecho así esta es  entonces  en que países  y gobiernos como el de Irán  los reconozcan y les  den plena aplicación a cabalidad .
Partiendo entonces de esto último es que así deseo concluir que las herramientas están, su aplicación en gran medida no comporta la misma situación , pero para eso está la lucha interna de cada uno de nosotros  en pro de  vivificar la UNIVERSALIDAD de los derechos humanos en todo sentido , se trata así de propender  en cada uno de los países por prohibir este tipo de practicas, de rechazarlas y de comprender  que por encima  de toda creencia esta el hecho de  reconocer   que ante todo esta la misma estirpe humana  que nos permite ser y tener de modo inherente  todos los derechos humanos . 
Por ultimo quiero concluir citando la siguiente  frase escrita por Kofi Annan:'' Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos. Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos... Son lo mejor de nosotros. Denles vida.''


HECHO POR:INGRID LIZETH OCHOA RISCANEVO


[1] Ferrajoli, Luigi (2001). Los fundamentos de los derechos fundamentales. Madrid: Trotta., pág  22 .
[2] González Uribe, Héctor. Fundamentación filosófica de los derechos humanos ¿personalismo o transpersonalismo?, pág. 332
[3] PROTOCOLO DE ESTAMBUL. Manual para la investigación y documentacióneficaces de la tortura y otros tratos o penas crueles,
inhumanos o degradantes. Naciones Unidas Nueva York y Ginebra, 2001.
[4] Http/://www.es.amnesty.org/temas/pena-de-muerte/lapidaciones-en-iran/
[5] BECCARIA, Cessare.DE LOS DELITOS  Y DE LAS PENAS.
[6] Amnistía Internacional, Amnistía Internacional: Informe 1999, Londres, EDAI, 1999

sábado, 25 de septiembre de 2010

LEE MI ESCRITO DE REFLEXION Y COMENTA ¡¡¡¡¡ LOS DERECHOS HUMANOS UNA REALIDAD TANGIBLE PERO DESCONOCIBLE ¡¡¡¡¡

QUE OCURRE CUANDO LA VIDA NOS ENFRENTA A REALIDADES  TAN VERGONZOSAS  COMO ESTAS ? Simplemente  buscamos un  porque ?  un porque de  tanta violencia, un porque de tanta  tortura , un porque  de tanta incomprensión y un porque de tanta  indiferencia . 
imagen de : blog.pucp.edu.pe


Los  derechos  humanos  son realidades  latentes  , que no  podemos desconocer  bajo ninguna situación , en los cuales  no  cabe de  ninguna  forma  distinción  alguna  para  ignorarlos , por la razón  misma  de la   condición humana . Ellos  mismos  deslegitiman penas  como la lapidacion al  estar  precisamente  por encima  de todo codigo o libro sagrado  que  asi  lo autorice  , o tradición  que  los trate  de menospreciar o hacer prácticamente  inactivos .
Los  derechos   humanos   en países  como Iran  ,deben  y necesitan ser  reivindicados  , porque la  universalidad  de  ellos  sobrepasa  cualquier  frontera  territorial , cualquier  imposición legal  que pretenda  hacerlos  invalidos. Como dicen algunos  doctrinantes  son y seran  normas morales TRANSCULTURALES No están bajo el comando del poder político, sino que están dirigidos exclusivamente por el hombre.Y de  ahi  inferimos  precisamente  que  ellos  de ningun  modo estan  sometidos  a  la voluntad  politica  o  ha  incluso ideales  revolucionarios , sino que  son  nuestros , inherentes  a nuestra  estirpe ,  y a los  cuales  incluso   ni  nosotros   podemos  renunciar asi  queramos . 

Si analizáramos  por ejemplo  la  legalidad   o legitimidad  de  penas  como estas  , encontraríamos  cualquier   clase  de  violaciones  a los mismos  principios  universales  de  todo proceso penal , por eejemplo  el de la  Dignidad   humana  , tendriamos  que  volver  a  aquellas  epocas  en donde  el reo era culpable  sin  derecho  a  decir  lo  contrario , por lo tanto   ya no  tendriamos   que  hablar  como hoy en dia  que se  presume  inocente  hasta  que se  demuestre lo  contrario, para reemplazarlo por  SI NO DEMUESTRAS  QUE   NO ERES CULPABLE SERAS  CONDENADO , partiendo enotnces   asi  de un presupuesto de  culpabilidad. Parece  que  asi  ocurre   en  muchos  paises  , como  iran ,en donde  no culmina  el juicio pera  ya tienes la pena  desde  el mismo  principio,  basados en pruebas  en ocasiones hasta  invalidas  y de  ninguna manera demostrativas  de los  hechos  , testimonios inconducentes  e  impertinentes  que  solo  son fundamentos  ilogicos  de las mismas  penas  a imponer  arbitrarias  .

HECHO POR : INGRID OCHOA 

domingo, 19 de septiembre de 2010

AHMADINEJAD: SAKINEH NUNCA CONDENADA A LAPIDACION

IMAGEN EXTRAIDA DE : intelligenceservicechile.blogspot.com


ROMA, 19 (ANSA) - La iraní Sakineh Mohammadi Ashtiani "nunca fue condenada a la lapidación, esta noticia fue creada, es incorrecta. Lamentablemente Occidente, influido por los medios norteamericanos, fue contaminado por los políticos estadounidenses para dar esta noticia", dijo al canal norteamericano ABC el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad. En una entrevista con Christiane Amanpour el presidente iraní definió a los dirigentes occidentales que tomaron partido por Sakineh y defienden los derechos humanos como "asesinos".
    Ahamdinejad precisó luego que el de Sakineh "es un problema que debe ser examinado, es objeto de un proceso".
    Consultado por la noticia según la cual la sentencia de lapidación al parecer fue suspendida, Ahmadinejad dijo: "En primer lugar, la señora Mohammadi nunca fue condenada a la lapidación, esta noticia fue fabricada. La propaganda que hay detrás es muy fuerte, y además esos mismos asesinos se convierten en defensores de los derechos humanos".
    "Dígame -declaró dirigiéndose a Amanpour- de qué manera el caso de una señora que se llama Sakineh Mohammadi Ashtiani se convierte en un tema tan importante para los políticos norteamericanos".
    "Es un viejo método que debe cambiar. Es natural. Cualquiera puede tener una ocasión, sobre un problema, y hacer propaganda. Pero nosotros nos oponemos a cómo Estados Unidos gestiona el mundo, Irán, Afganistán y otros lugares", agregó.
    El caso de la mujer iraní de 43 años, arrestada hace cuatro años y condenada a muerte por adultero y complicidad en el homicidio del marido, causó fuerte condena internacional y una vasta movilización de organismos por los derechos humanos.
    El pasado 28 de agosto las autoridades iraníes dijeron que la lapidación no había sido decidida, y un vocero del ministerio del Interior de Teherán había explicado que "para las penas muy duras hay un proceso particularmente largo". GAT 


EXTRAIDO DE : AnsaLatina.com19/09/2010 20:27